DEBATE CENTRAL
Debating Resources for the World since 1994

 

EL  DEBATE Y SU  FORMATO:

ASPECTOS Y CONSIDERACIONES

Consejo para Equipos de Debate  Internacional

 

Alfred C. Snider

Profesor Ò Edwin LawrenceÓ de pr‡ctica Forense, Universidad de Vermont

Director, Insitutio Debate Mundial

 

8 de Mayo 2002

Universidad Interamericana de Puerto Rico

Segundo Torneo Hispanoamericano de Debate

 

INTRODUCCIîN

 

Es un honor tomar parte en este acontecimiento de tanto prestigio. Como profesor con mas de  30 a–os de experiencia, valoro la oportunidad de compartir con ustedes algunas ideas que quiz‡s mejoren su experiencia como debatientes, jueces, y entrenadores, tanto en este torneo como en el futuro.

Tendr‡n que disculparme si ya est‡n familiarizados con muchos de estos conceptos, pero quiero estar seguro de que estas palabras sean entendidas por cada estudiante sin importar su nivel de conocimiento. Para quienes esten interesados en enfoques m‡s detallados y avanzados sobre estos asuntos, por favor rem’tanse a los recursos bibliogr‡ficos listados al final de este documento.

 

 

Primera Parte: LA NATURALEZA DEL DEBATE

 

Es œtil entender los procesos conceptuales implicados en un debate. Una vez m‡s, esto es un enfoque a lo que un ÒbuenÓ debate debe poseer en comparaci—n a las ÒoscuridadesÓ en que muchos debates se pueden hundir. Estos componentes conceptuales son el desarrollo, el choque, la extensi—n y la perspectiva.

Robert Branham, uno de te—ricos del debate m‡s importante de Estados Unidos, plante— en 1991 la siguiente distinci—n:

 

Si el debate es Òel proceso en el cual opiniones se formulan, fundamentan y defiendenÓ entonces, el cumplimiento de estas acciones requiere que los argumentos de las partes en disputa posean ciertos atributos. As’, el verdadero debate depende de la presencia de cuatro caracter’sticas del argumento:

1. Desarrollo, mediante el cual los argumentos se formulan y fundamentan;

2. El choque, que permite a los argumentos entrar en una apropiada  disputa;

3. La extensi—n, la cual  permite que el argumentos sea defendido de la refutation; y

4. La perspectiva, donde los  argumentos son relacionados a la pregunta m‡s grande del momento. (22).

En un debate  ideas y posiciones son desarrolladas. Este desarrollo implica la descripci—n, la explicaci—n as’ como  la demostraci—n. En un debate acerca de cobertura universal de la salud uno no afirma sencillamente que es una buena idea, existe tambiŽn la obligaci—n de explicar por quŽ nosotros necesitamos la norma, como ser‡ la  norma y c—mo operar‡ exitosamente. Algœn especificaci—n es siempre necesaria en un debate, ya que permite a quienes discuten establecer los puntos que apoyan y aquellos que rechazan.

En un debate ideas son refutadas. Esto es el concepto del choque. Esas ideas presentadas por los oponentes necesitan ser examinadas con un ojo cr’tico, identificando debilidades, defectos y inconsistencias en estas ideas. Llamamos choque al proceso en el cual los oradores de equipos opuestos no est‡n llamados a estar en simple desacuerdo, sino que deben demostrar por quŽ raz—n espec’fica ellos rechazan una determinada idea de su adversario. En un debate œtil las ideas del otro lado no se pueden ignorar, pero deben ser criticadas.

En un debate se defienden ideas. Es lo que llamamos proceso de extensi—n (o desarrollo). Cuando un adversario critica una idea, la cr’tica se debe contestar. No podemos simplemente reafirmar nuestra posici—n ignorando los argumentos en contra de nuestras ideas, estos argumentos deben ser contestados. El proceso crea un ciclo de an‡lisis cr’tico, donde las ideas son formuladas, refutadas, defendidas, refutadas nuevamente, para luego ser defendidas una vez m‡s hasta que el debate haya concluido. Este proceso crea un intercambio rico de ideas, que puede llegar a transformarse en una de las experiencias intelectuales m‡s importantes de la vida, tanto de los participantes como de la audiencia.

Finalmente, cada debate precisa una decisi—n. Esto lo llamamos proceso de  perspectiva. La decisi—n es la suma de los argumentos e ideas presentadas. Algunas ideas pueden ser consideradas  m‡s importantes que otras, pero tambiŽn hay ideas que en un debate pueden relacionarse de manera m‡s compleja. Lo oradores, los debatientes, deben ayudar a la audiencia a sopesar las ideas y los enfoques del debate para que se pueda llegar a una decisi—n l—gica.

El peligro es que un debetiente cumpla s—lo algunos de estos roles, afectando negativamente su desempe–o. Es esencial que el orador no s—lo presente sus ideas, adem‡s debe defenderlas, y tambiŽn hacerlas ÒchocarÓ con las ideas del equipo oponente. Es escencial que el orador, hacia el fin del debate, ponga sus ideas y el enfoque de la discusi—n en una balanza. Con ello debe lograr que la audiencia y el juez tomen una decisi—n final concordante con sus argumentos, aunque existan mŽritos en el equipo oponente.

 

SEGUNDA PARTE: EL MEJOR DEBATIENTE. 

Una receta que ha resultado œtil tanto para estudiantes como para jueces, es la elaboraci—n de una lista sencilla donde se puedan verificar las conductas que distinguen al buen orador de un debate.  Varios entrenadores de la liga urbana de debate de Nueva York me pidieron que pensara en una lista de caracter’sticas que identificara al buen debatiente y al orador m‡s dŽbil. Como se supone que el debate es ganado por aquel equipo que hizo la Òmejor labor en el debateÓ, entonces podemos extraer una serie de caracter’sticas m‡s bien abstractas y simb—licas, que se traducen en factores desicivos en la competencia, y segœn creo, se convertir‡n luego en factores de Žxito en la vida.

 

El ÒMejorÓ Debatiente.

-       Es un ganador amable y un perdedor respetuoso.

-       Da fuertes razones ret—ricas que respaldan la fuerza probatoria de sus argumentos.

-       Utiliza excelente evidencia, pero siempre est‡ centrado en el argumento y no en la evidencia. Estos buenos debatientes usan la evidencia para reforzar sus argumentos y no asumen que el pœblico o el juez reconocer‡ la importancia de sus argumentos.

-       Antes de preocuparse de su propio triunfo competitivo, el buen debatiente se preocupa de que sus argumentos creen beneficios concretos y solucionen necesidades reales.

-       Debate con entusiasmo y se involucra en forma din‡mica en la discusi—n.

-       Es capaz de ver en perspectiva el debate, esta conciente en c—mo una idea influencia a otra y utiliza esas relaciones para profundizar el nivel de an‡lisis en el debate.

-       Sabe el valor de trabajar con un conocimiento base. No existe substituto para el conocimiento del tema que se est‡ debatiendo.

-       Reconoce la necesidad de organizarse que le permite identificar los puntos cr’ticos que determinan el resultado del debate.

-       Encarna la imagen de una persona inteligente que procura entender y descubrir la verdad.

 

El debatiente m‡s ÒdŽbilÓ.

-       Se frustra cuando el triunfo en el debate no es f‡cil o autom‡tico y no se beneficia del debate debido a su falta de determinaci—n.

-       Se queja de que todo est‡ en su contra: jueces, situaciones, otros equipos, el destino.

-       No es capaz de mostrar respeto por todos los participantes: adversarios, jueces, el pœblico y los anfitriones.

-       Habla desde una posici—n de privilegio - exigiendo que se conf’e y acepten sus ideas sobre los argumentos del otro equipo sin demostrar por quŽ.

-       No es capaz de relacionar entre varios temas discutidos en el debate y los argumentos.

-        Solo habla generalidades o solamente lo hace en forma espec’fica, sin comprender que tanto la perspectiva m‡s amplia como el detalle son necesarias.

-       Pierde la capacidad de gozar el debate, ya sea por su actitud altamente competitiva o desinterŽs.

-       Por no poner atenci—n a la cr’tica del juez no aprende ni de la victoria ni de la derrota.

-       No se concentra en el debate en que est‡ participando y permite que su mente se distraiga en acontecimientos exteriores.

 

 

TERCERA PARTE: ESTRATEGIAS DEL GOBIERNO Y LA OPOSICION

 

Los tŽrminos ÒGOBIERNOÓ, ÒAFRIRMATIVOÓ, ÒPROPOSITIVOÓ se refieren al equipo que concuerda con la proposici—n. ÒOPOSICIîNÓ, ÒNEGATIVOÓ se refieren al equipo que no concuerda con la proposici—n.

 

La construcci—n de un caso

             Los Equipos que abogan por el lado del gobierno o la proposici—n, deben conceptualizar y organizar su investigaci—n en un formato de caso.  El caso es un conjunto de argumentos que justifican la proposici—n que ellos se le ha sido asignada.  Lo que es m‡s importante, es que el caso permite que los debatientes escojan el punto de vista y el terreno  que ellos defender‡n en la discusi—n.  El caso en un debate permite que los oradorees se enfoquen en argumentos que consideran importantes y en la interpretaci—n del tema. El caso es importante porque establece la estructura para el resto del debate. 

             Generalmente el equipo de gobierno o proposici—n presenta su caso en la forma de tres o cuatro argumentos principales, que se destacan claramente y son presentados a la audiencia en una forma clara. Elaborar un caso de debate compuesto por tales argumentos principales depende en parte del tema a debatir. 

Para los debates que discuten sobre pol’ticas pœblicas, cuando se argumenta un cambio en el status quo o cuando se aboga por algun cambio o transformaci—n, la f—rmula que mejor funciona es la de ÒProblema/Soluci—nÓ. En esta situaci—n es necesario identificar claramente el problema que nos convoca a proponer un cambio, el plan que se llevara a cabo, y las razones por las que su propuesta solucionar‡ el problema. Tambi«n los estudiantes les conviene indicar por quŽ esa soluci—n aœn no ha sido ejecutada (por ignorancia, falta de voluntad pol’tica) y estar alertas a cualquier beneficio adicional que se desprenda de su propuesta.

Un ejemplo lo podemos encontrar en el debate ÒSe justifica la reforma educacionalÓ. El lado afirmativo querra argumentar que el sistema educacional debe apoyar a las instituciones para alumnos de un solo sexo. Si fuese as’, el equipo afirmativo destacar‡ las desventajas de la educaci—n mixta, particularmente el da–o que ha representado para las mujeres. Podr’an proponer que el gobierno provea fondos para instituciones educacionales de mujeres. Luego deben proveer argumentos que prueben que la propuesta soluciona el problema que el equipo ha identificado.

Para un tela de valores, generalmente se acepta un caso que se base en criterios. En este caso, los equipos proveen de una guia para evaluar los valores en el debate. Porque los debates acerca de valores son muy subjetivos, es muy importante establecer un criterio que a todos les permita reflexionar acerca de los valores discutidos en el debate.. Esto significa que se debe entregar un criterio de decisi—n, o criterio para juzgar. Esto puede ser tan simple como proponer que el debate sea juzgado bajo la perspectiva de un determinado valor.

Consideremos un debate sobre el tema Òel cuerpo es sagradoÓ. El equipo afirmativo quiz‡s quiera argumentar en contra de tatuajes y perforaciones ornamentales recreativas en el cuerpo. En esta situaci—n lo m‡s probable es que quieran delimitar el caso dentro del concepto de integridad del cuerpo. Comenzar‡n la construcci—n de su caso se–alando al concepto de integridad del cuerpo como el valor m‡sss elevado del debate. Se referir‡n a tradiciones religiosas que sostienen que el cuerpo es un don entregado por un poder superior, adem‡s de las amenazas que conllevan las perforaciones y el tatuaje en la pr‡ctica (infecciones, enfermedades). Un equipo negativo puede presentar un criterio contrario que choca con el criterio se–alado por el equipo afirmativo. As’, el equipo negativo quiz‡s argumente a favor de la libertad personal como el valor m‡s elevado en el debate. Una vez se–alada la importancia de la libertad personal, pasar’an a un an‡lisis del debate sobre tatuajes y perforaciones desde esa perspectiva.

Para un tema o resoluci—n sobre un hecho espec’fico, que es el tipo de temas de debate menos comœn, los debatientes deben organizar las ideas para fundamentar su posici—n. Los temas de debate sobre hechos desaf’an la percepci—n que tenemos sobre la verdad, por eso es m‡s facil conceptualizar el debate por medio de un caso que pruebe la resoluci—n. Dentro de este marco, los debatientes querr‡n organizar sus argumentos en forma cronol—gica o bas‡ndose en el tema discutido.

 

An‡lisis cr’tico de puntos de vista opuestos

            

            Es vital que en un debate los equipos estŽn preparados para responder a los argumentos formulados por sus contendores. Lo m‡s f‡cil es someter a los estudiantes a una lluvia de ideas de los mejores argumentos en ambas posiciones, y luego, mantener un registro de estas ideas, y de las respuestas a los argumentos, en la etapa de preparaci—n.

            Los alumnos deben elaborar una lista de todos los argumentos que utilizar’an si estuvieran en el lado contrario. Los debatientes debieran escribir ese argumento en la parte superior de una ficha bibliogr‡fica o de un papel y luego elaborar una serie de respuestas a ese argumento. Entonces, si ese argumento es utilizado por los contendores en el debate, ya habr‡n pensado en respuestas.

            Esto es pensamiento cr’tico Ðexponer y desafiar las ideas del oponente. Es una parte inherente del proceso de debate. Los autores McBurney, OÕNeill y Mills describen los componentes del pensamiento cr’tico y los relacionan al debate:

            ÒLa destreza de pensar cr’ticamente es una destreza que engloba las destrezas descritas anteriormente. Es muy œtil en la expresi—n verbal, al escuchar, al escribir y en la lectura. Un pensador cr’tico generalmente aplica los elementos de la argumentaci—n: distingue las propuestas, descubre los temas de discusi—n, sabe estudiar un tema, esta consciente de las pruebas que requieren cada una de las propuestas, aplica las pruebas a la evidencia, distingue entre razonamiento v‡lido y el falaz, identifica presunciones impl’citas y reconoce los elementos no racionales de la persuaci—n. Esta destreza en pensamiento cr’tico no es un subproducto si el debate esta basado en los principios de la argumentaci—n.(266)Ó

Investigaci—n, an‡lisis y preparaci—n para derrotar los argumentos del oponente son partes fundamentales del debate.

 

 

CUARTA PARTE: INTERPELAR A LOS JUECES

 

En un debate competitivo, el objetivo es obtener el voto de los jueces. Aqu’ hay tres ideas que ayudar‡n en este proceso:

 

Sea din‡mico

             Mi experiencia me demuestra constantemente que los jueces prefieren a oradores din‡micos. Un orador din‡mico representa una im‡gen de energ’a, entusiasmo, compromiso con las ideas que defiende y sinceridad. Esto es generalmente comunicado por variaciones en el volœmen, tono y timbre de la vozas’ como gestos activos y expansivos de las manos y el cuerpo. Expresiones faciales de preocupaci—n, esperanza y determinaci—n tambiŽn pueden ser œtiles. Esto no significa que que la presentaci—n del argumento es m‡s importante que el contenido del argumento, ya que una presentaci—n muy din‡mica de un discurso vac’o de argumentos puede erosionar la credibilidad del orador, causando m‡s da–o que el que causar’a un discurso m‡s pasivo.

 

Ponga los argumentos en una balanza.

            Es inevitable que casi en todo debate surjan de ambos lados buenas ideas y fuertes argumentos. Lo f—rmula para ganar el debate, es que los ultimos oradores de cada equipo pongan los argumentos de cada lado en una balanza, lado a lado, y demuestren que al hacer esto, es evidente que lo argumentado por su equipo tiene mayor solidez. Por ejemplo, podr‡n decir, ÒaunqueÓ exista alguna validez en lo expuesto por los oponentes, la audiencia aun votaria por nuestros argumentos por tal y tal raz—n.

            Al admitir que existe alguna validez en lo que el otro lado propone, y sin embargo demuestra que el debate lo ha ganado su equipo, el orador fortalece su credibilidad frente a los jueces y el pœblico, y adem‡s, les se–ala un criterio simple para tomar una desici—n acerca del debate.

 

Demuestre el efecto personal de los asuntos discutidos en el debate.

             Tanto el pœblico como los jueces estar‡n m‡s proclives a reconocer la importancia de los asuntos discutidos en el debate, si es que tienen alguna relevancia personal para ellos. Si el orador es capaz de establecer esa conecci—n personal, ser‡ compensado. Ejemplos de c—mo los asuntos en discusi—n afectan a quienes estan presentes en la habitaci—n pueden ser muy œtiles. Adem‡s, no hay que temer demostrar una relaci—n personal que el orador pueda tener con  un tema. En un discurso que apoye los derechos civiles de los homosexuales, puede ser œtil mencionar amigos, familiares, vecinos que son homosexuales para defender sus derechos de ciudadanos. Relatos de la propia experiencia del orador pueden ser œtiles, sobretodo si generan simpat’a hacia la persona que habla.

 

 

SEXTA PARTE: USANDO EFECTIVAMENTE EL TIEMPO DE INTERROGACIîN CRUZADA

 

            Esto torneo tiene un enfoque innovador que es el incorporar el intercambio de preguntas y respuestas por los dos equipos. Esto es un ejemplo de como m‡s competencias internacionales pueden enriquecer y crear innovaciones en el debate. Aplaudo a los organizadores por este formato. Sin embargo existen algunos puntos que los debatientes deber‡n tomar en cuenta para sacar ventaja de este formato. 

 

Tenga sus preguntas preparadas.

            El tiempo que se ha asignado para formular una pregunta es muy amplio y es m‡s de lo que se necesita para formular una pregunta. Por lo tanto los debatientes deben preparar y ensayar sus preguntas-declaraci—n previo al debate. La pregunta-declaraci—n debe destacar las debilidades m‡s importantes en el discurso oponente.

 

Estructure su pregunta-declaraci—n apropiadamente.

            Un peligro es que esta declaraci—n este desorganizada y no sea m‡s que una recolecci—n azarosa de oraciones. La pregunta-declaraci—n debe estar estructurada apropiadamente de manera tal que, por ejemplo, establezca un terreno favorable para la discusi—n de un punto. Explica quŽ es lo que se quiere discutir, explica la importancia y luego dirige este punto de discusi—n al equipo contrario en forma de pregunta. Existen otro tipo de organizaci—n que se puede usar, pero lo importante es tener un marco organizacional que sirva estratŽgicamente a la formulaci—n de los argumentos.

 

Coloque la pregunta al final.

             Porque esto se supone que es una pregunta-declaraci—n, se espera que su estructura œltima deba ser la de una pregunta. La pregunta colocada al final debe ser redactada en forma s—lida y debiera abarcar y aprovechar todos los comentarios e ideas que saqlieron a colaci—n inmediatamente antes de la pregunta.

 

Comience a redactar la respuesta declaraci—n a medida que se expone la pregunta.

             El equipo que respondera a la pregunta formulada debe comenzar la preparaci—n de su respuesta apenas comienze la presentaci—n de la pregunta. Un miembro del equipo puede escuchar atentamente mientras el otro comienza a anotar las ideas para elaborar la respuesta. O bien ambos pueden preparar la respuesta mientras escuchan la pregunta. Esto permitira que la respuesta sea m‡s completa, m‡s organizada y m‡s espec’fica.

 

La declaraci—n de respuesta debe comenzar con una respuesta directa.

            Una de las mejores formas de contrarrestar una larga y eficaz pregunta declaraci—n es mediante una respuesta directa y corta. Generalmente un ÒNOÓ y luego pasara a explicar con mayor detalle las razones de la respuesta.

 

La respuesta debe ofrecer una variedad de argumentos.

            La respuesta no debiera solamente responder la pregunta formulada y refutar el punto de discusi—n, sino que debe hacerlo en una forma convincente. Si una respuesta s—lida es capaz de borrar una pregunta bien formulada, el equipo tiene mayor oportunidad de ganarse el voto de los jueces. Amenudo los debatientes dar‡n una raz—n de por quŽ el argumento de sus oponentes no es v‡lidos, cuando en realidad cuatro, cinco, quiz‡s siete respuestas tendr’an un efecto devastador. No se limiten a responder una pregunta, apl‡stenla de modo que el la discusi—n sobre ese asunto no sea traido a colaci—n nuevamente en el debate.

 

Siempre sue todo el tiempo disponible.

            Uno de los peligros es que los equipos no estŽn acostumbrados, o bien poco entrenados, para hablar cuando no se han preparado dejando mucho de su tiempo designado para la respuesta sin uso. Esto los pone en una situaci—n de enorme desventaja, ya que el otro equipo logr— utilizar el tiempo para formular m‡s argumentos. TambiŽn, el no utilizar todo el tiempo, es una se–al, tanto para el juez como para la audiencia, de que este no es el equipo m‡s s—lido del debate.

 

CONCLUSIîN

 

            Estoy feliz de poder trabajar con ustedes, yespero poder seguir trabajando con ustedes expandiendo la pr‡ctica del debate en el mundo. TambiŽn espero recibir algunos de ustedes en el Instituto Mundial de Debate durante este verano (boreal). Tambi«n espero poder visitar muchos de ustedes en sus pa’s de origen. Juntos podemos promover al debate como una poderosa fuerza de cambio sin violencia o guerra.

 

RECURSOS BIBLIOGRçFICOS

 

Vea un debate en inglŽs o en castellano http://debate.uvm.edu/watchdebate.html

Liga Nactional Debate Universitario de Espa–a http://www.lndu.net

Cuaderno ÒInfluencing through argumentÓ (influenciar por medio de argumentos) Texto en inglŽs de Robert Huber.http://debate.uvm.edu/huber/huber00.html

C—mo debatir, texto en inglŽs http://debate.uvm.edu/learndebate.html

Alfred Snider y Maxwell Schnurer, MANY SIDES: Debate Across the Curriculum [IDEA: NY], Mayo, 2002, texto en inglŽs.